Papa Francisco I
Perfil
Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa jesuita
- Duro con los Kirchner y blando en la dictadura
Desde 2004 el matrimonio Kirchner, peronista y católico, ha roto la tradición de los presidentes argentinos de asistir cada año al tedeum en la Catedral de Buenos Aires para no 'tragarse' los sermones del cardenal primado Jorge Bergoglio, flamante Papa Francisco I. La ruptura de esa costumbre y el choque Casa Rosada-Iglesia Católica retratan mejor que nada quién es el nuevo jefe del Vaticano.
Fuerte crítico de la actual clase política de Argentina, sobre todo de los Kirchner porque impulsan los juicios a los represores de la 'guerra sucia' de la dictadura (1976-1983) y el matrimonio homosexual, este jesuita -el primero en liderar el Vaticano- mantiene una tensa relación con el poder. Y siempre alerta de lo que él considera como degradación de la sociedad argentina, hundiéndose en las corruptelas, el poder del narcotráfico, y el relativismo.
Bergoglio ha hecho toda su carrera en el episcopado porteño e intenta mostrarse cercano a la gente comúnmontando a veces en el metro porteño o visitando a los 'cartoneros', recolectores callejeros de residuos reciclables.
Sin embargo, siempre ha circulado una 'leyenda negra' de su actuación en la dictadura que lo emparentaría con la tradición ultra conservadora de la Iglesia argentina. Según testimonió la catequista María Elena Funes en un juicio por la 'guerra sucia', cuando era principal de la Compañía de Jesús, Bergoglio habría dejado sin protección a dos compañeros suyos, Orlando Yorio y Francisco Jalics, curas obreros en las villas miserias, que fueron secuestrados.
Los sacerdotes, que pasaron seis meses desaparecidos, sobrevivieron a las torturas. Finalmente fueron liberados, ambos se exiliaron y dejaron los hábitos. En 2010, después de no responder a tres llamadas de la Justicia, Bergoglio aceptó declarar como testigo ante el tribunal oral federal 5 que investigaba aquel secuestro. Pero los jueces debieron ir a su oficina de cardenal primado, en vez de ir él a los tribunales.
"No los dejé solos en ningún momento", testificó el arzobispo, sin dar precisiones y de forma ambigua. Hasta que confesó que se había reunido una vez con el dictador Jorge Videla (1976-1981) y en dos oportunidades con su 'número dos', el almirante Emilio Massera, para reclamar por la vida de los curas. Para los querellantes no quedó claro porqué Yorio y Jalics habían quedado en desamparo y expuestos a la barbarie castrense.
La Iglesia católica de Argentina colaboró abiertamente con el régimen que hizo desaparecer entre 9.000 y 30.000 personas, según recuentos públicos documentados y de organismos humanitarios, respectivamente. Videla, que a los 87 años purga en la cárcel tres condenas a cadena perpetua, lo ha destapado con todas las letras.
El nuncio apostólico Pio Laghi, embajador del Vaticano de 1974 a 1980, y los obispos, reveló el ex tirano, "nos asesoraron sobre la forma de manejar" la situación de los desaparecidos. E incluso, confió, "la Iglesia ofreció sus buenos oficios, y frente a familiares que se tenía la certeza de que no harían un uso político de la información, se les dijo que no busquen más a su hijo porque estaba muerto".
"La repregunta sobre quién lo mató y donde está enterrado -prosiguió- es un derecho que todas las familias tienen. Eso lo comprendió bien la Iglesia y también asumió los riesgos".
Fuerte crítico de la actual clase política de Argentina, sobre todo de los Kirchner porque impulsan los juicios a los represores de la 'guerra sucia' de la dictadura (1976-1983) y el matrimonio homosexual, este jesuita -el primero en liderar el Vaticano- mantiene una tensa relación con el poder. Y siempre alerta de lo que él considera como degradación de la sociedad argentina, hundiéndose en las corruptelas, el poder del narcotráfico, y el relativismo.
Bergoglio ha hecho toda su carrera en el episcopado porteño e intenta mostrarse cercano a la gente comúnmontando a veces en el metro porteño o visitando a los 'cartoneros', recolectores callejeros de residuos reciclables.
Sin embargo, siempre ha circulado una 'leyenda negra' de su actuación en la dictadura que lo emparentaría con la tradición ultra conservadora de la Iglesia argentina. Según testimonió la catequista María Elena Funes en un juicio por la 'guerra sucia', cuando era principal de la Compañía de Jesús, Bergoglio habría dejado sin protección a dos compañeros suyos, Orlando Yorio y Francisco Jalics, curas obreros en las villas miserias, que fueron secuestrados.
Los sacerdotes, que pasaron seis meses desaparecidos, sobrevivieron a las torturas. Finalmente fueron liberados, ambos se exiliaron y dejaron los hábitos. En 2010, después de no responder a tres llamadas de la Justicia, Bergoglio aceptó declarar como testigo ante el tribunal oral federal 5 que investigaba aquel secuestro. Pero los jueces debieron ir a su oficina de cardenal primado, en vez de ir él a los tribunales.
"No los dejé solos en ningún momento", testificó el arzobispo, sin dar precisiones y de forma ambigua. Hasta que confesó que se había reunido una vez con el dictador Jorge Videla (1976-1981) y en dos oportunidades con su 'número dos', el almirante Emilio Massera, para reclamar por la vida de los curas. Para los querellantes no quedó claro porqué Yorio y Jalics habían quedado en desamparo y expuestos a la barbarie castrense.
La Iglesia católica de Argentina colaboró abiertamente con el régimen que hizo desaparecer entre 9.000 y 30.000 personas, según recuentos públicos documentados y de organismos humanitarios, respectivamente. Videla, que a los 87 años purga en la cárcel tres condenas a cadena perpetua, lo ha destapado con todas las letras.
El nuncio apostólico Pio Laghi, embajador del Vaticano de 1974 a 1980, y los obispos, reveló el ex tirano, "nos asesoraron sobre la forma de manejar" la situación de los desaparecidos. E incluso, confió, "la Iglesia ofreció sus buenos oficios, y frente a familiares que se tenía la certeza de que no harían un uso político de la información, se les dijo que no busquen más a su hijo porque estaba muerto".
"La repregunta sobre quién lo mató y donde está enterrado -prosiguió- es un derecho que todas las familias tienen. Eso lo comprendió bien la Iglesia y también asumió los riesgos".
El papel de la iglesia
En efecto, el 10 de abril de 1978, poco antes del Mundial de Fútbol que ganó Argentina, los obispos de la Conferencia Episcopal Raúl Primatesta, Juan Carlos Aramburu, y Vicente Zazpe –todos ya fallecidos- acudieron a una comida a la Casa Rosada. Después, dejaron mecanografiado un resumen del diálogo que sostuvieron con Videla y lo enviaron al Vaticano. Allí se informaba al Papa Juan Pablo I que de que los desaparecidos eran exterminados por la dictadura.
Aunque la Iglesia no sólo fue cómplice, también tuvo algunos mártires. En la matanza de la parroquia de Santa Cruz, el 4 de julio de 1976, fueron asesinados el seminarista gallego Salvador Barbeito Doval, de 29 años, y los sacerdotes Alfredo Leaden, de 57 años; Pedro Duffau, 65; Alfredo Kelly, 40; y Emilio Barletti, 25.
Aunque la Iglesia no sólo fue cómplice, también tuvo algunos mártires. En la matanza de la parroquia de Santa Cruz, el 4 de julio de 1976, fueron asesinados el seminarista gallego Salvador Barbeito Doval, de 29 años, y los sacerdotes Alfredo Leaden, de 57 años; Pedro Duffau, 65; Alfredo Kelly, 40; y Emilio Barletti, 25.
Y los monseñores Carlos Ponce De León y Enrique Angelelli, obispos de San Nicolás y La Rioja, respectivamente, murieron en sendos accidentes automovilísticos. En los últimos años, la Justicia destapó que esos oscuros hechos fortuitos en verdad fueron ejecuciones lisas y llanas de los servicios de inteligencia de la dictadura. También las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Dumon fueron arrojadas vivas al mar desde los 'vuelos de la muerte'.
Anclada en las ideas tomistas de León XIII y Pío XI de apoyo a los totalitarismos en Europa y un fuerte sentimiento anticomunista, la cúpula de la Iglesia justificaba la 'guerra sucia' de la dictadura con el argumento de que Argentina debía "purificarse en un Jordán de sangre". Y según el represor Adolfo Scilingo, consintió y asistió como forma "cristiana" de eliminación de opositores y guerrilleros a los "vuelos de la muerte", o sea que fuesen arrojados vivos y dopados al Atlántico desde aviones militares. Los pilotos eran confesados y consolados por un cura castrense al volver de cada vuelo.
Ese tenebroso método clandestino de la desaparición de personas se adoptó por temor a la reacción del Vaticano, pero no por prevención a los prelados argentinos. El general Ramón Genaro Díaz Bessone, uno de los ideólogos de la 'guerra sucia', lo dejó claro: "¿Usted cree que hubiéramos podido fusilar a 7.000? Al fusilar tres nomás, mire el lío que el Papa Pablo VI le armó a Franco en 1975. Se nos viene el mundo encima. Usted no puede fusilar 7.000 personas", reflexionó el militar, hoy con pena a cadena perpetua.
Últimas noticias
El argentino Jorge Mario Bergoglio será el Papa Francisco I
El futuro de la Iglesia está en el 'fin del mundo'. Fue así como el argentino Jorge Mario Bergoglio confesó en el balcón de San Pedro con pudor y modestia la extraordinaria sorpresa que le ha causado...Unas 100.000 personas dieron la bienvenida al nuevo Papa
Podría decirse ahora que las banderas argentinas eran premonitorias, pero el apellido desconcertó a los...¿Quién es el nuevo Papa?
Cambio radical. El primer Papa jesuita de la Historia de la Iglesia, el primer latinoamericano. A sus 76 años, estaba fuera de las principales quinielas, pero según apuntan algunas voces, ya fue uno...'¡Tenemos Papa latinoamericano! ¡Son momentos históricos sin precedentes!'
La elección del arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio como el nuevo papa de la Iglesia católica ha conmocionado y paralizado la rutina de los argentinos, al tiempo que ha despertado un...La Sala de las Lágrimas, el lugar más íntimo y solitario del Cónclave
Antes de aparecer en el balcón, el nuevo Pontífice medita y se pone la sotana en la sacristía de la Capilla...'No hay división entre los cardenales'
Así lo asegura el portavoz del Vaticano, que añade que Benedicto XVI sigue el Cónclave 'con mucho...Los diez últimos Papas y su herencia
La obra de cada uno de estos últimos Pontífices constituyen importantes claves en el devenir del último siglo y...¿Quieren los italianos un Papa italiano?
Transcurridos 35 años desde el último Pontífice transalpino, se abren las posibilidades de que regrese un compatriota de Juan XXIII y Pablo VI. Los ciudadanos italianos, en todo caso, son conscientes...Segunda fumata negra sobre la Capilla Sixtina
Los 1.200 millones de católicos que se cuentan en el mundo siguen sin Papa. Sobre el tejado de la Capilla Sixtina se ha elevado nuevamente hoy, a las 11.40 horas, una columna de humo negro, la...Y se impuso el nombre de...
Según la tradición, puede elegir la forma latinizada de su nombre real, el nombre de un predecesor o el de un...
- Nombre:
- Jorge Mario Bergoglio
- Fecha de Nacimiento:
- 13 de diciembre de 1936
- Título
- Su Santidad Papa Francisco I
- Datos relevantes:
- 13 de diciembre de 1969: Es ordenado sacerdote.
20 de mayo de 1992: Es consagrado obispo de Auca.
3 de junio de 1997: Coadjutor del obispado de Buenos Aires.
28 de febrero de 1998: Es nombrado Arzobispo de Buenos Aires.
21 de febrero de 2001: Es ordenado cardenal por Juan Pablo II.
13 de marzo de 2013: Es elegido Papa tras cinco votaciones y sucede a Benedicto XVI con el nombre de Francisco I.
No hay comentarios:
Publicar un comentario